jueves, 16 de abril de 2009

Un día de respeto a la vida





…las 7 de la mañana, mi cuerpo está entumecido por el frío de la noche, el sintético edredón no calienta demasiado y mis huesos están agarrotados. Me dispongo a tomar una ducha, noto que el pelo se me comienza a caer, los largos mechones de mi cabello ya sin brillo caen por mi cuerpo cual oveja esquilada, el champú tiene toda la culpa al no haber sido testado antes en animales; de mi piel comienzan a salir úlceras y escamas que pican horrores, todo por este maldito gel no probado antes en animales…
La ropa me molesta demasiado, el algodón y el poliéster son demasiado ásperos para mi sensible piel.
Preparo el insípido desayuno diario, café, copos de maíz y la tostada con mermelada me amargan demasiado.
A media mañana tomo un tentempié pero las piezas de fruta no me aportan la energía suficiente para continuar hasta la comida…
Salgo del trabajo, estoy demasiado cansada para andar hasta el supermercado de la esquina. En él más de lo mismo, ¡¡la cesta de la compra es tan cara!!… no se si llegaré a fin de mes, la verdura, fruta, los productos no testados están tan elevados!!!...
Preparo la comida a base de unos rollitos de espinacas con piñones y pasas y de segundo pasta con pimientos y ajetes, mi estomago está cargado y tengo acidez!!!
Los dientes comienzan a perder todo su esmalte, y se me han caído ya tres muelas a parte de las que tengo picadas, todo por no utilizar productos tratados antes en animales…
Tras la desabrida infusión de frutos del bosque, pongo la lavadora, la ropa está cada vez más áspera, pierde color y encoge, todo por no usar productos utilizados antes en animales…
Llega la noche, he quedado para cenar, del armario saco el vestido de Stella McCartney, me irá bien con el abrigo sintético para esta noche tan especial, aunque pasaré algo de frío porque con lo económico que me ha salido no calentará igual que uno de esos abrigos tan lujosos de pieles naturales.
Mis ojos se han irritado, la máscara de pestañas y los lápices de ojos son muy abrasivos, mis labios están plenos de heridas y llagas por el pintalabios que utilizo, y todo por no usar productos testados en animales…
Me ha llevado a cenar a un restaurante vegetariano, seguro me quedo otra vez con hambre, porque todo lo que hay no son nada más que acelgas y espinacas…una cena nada romántica…
Tras la cena vamos a mi casa, al besarme noto su cara muy áspera, deben ser las cuchillas de afeitar que utiliza que no le perfeccionan bien la piel, al no estar antes probadas en animales…
Estoy demasiado cansada, no tengo fuerzas, esta alimentación a base de productos no animales y los cosméticos que utilizo para mi aseo diario los cuales no testados en animales me han dejado hecha polvo, no siento nada de mi cuerpo y me falta la energía…


Claro está que esto es un caso irónico de un día en la vida de una persona que respeta realmente la vida… No necesitamos las pieles, ni que los productos estén testados en animales para que sean buenos para nosotros, ni tan siquiera una alimentación omnívora, pues la herbívora es igual de sabrosa y nos aporta todo lo necesario para tener una vida llena de energía y buena salud.

Señores, si desean de verdad cambiar a una vida más sana, mas respetuosa con las otras especies y más llena de bienestar con ustedes mismos el siguiente enlace es un pequeño paso para saber más sobre el tema.

No hagan que sus papilas gustativas y su ignorancia sobre los productos utilizados para su aseo diario hagan que siga el holocausto animal, porque indirectamente tal vez por su poca información están colaborando con él.

http://www.animanaturalis.org/922

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