... la tortura no sólo existe en las plazas de toros. Hay otras plazas de toros ocultas que no todos conocen. Tenemos no, debemos quitarnos la venda de los ojos y empezar a conocer esas atrocidades ocultas en los campos de concentración, los animales nos ven como nazis. Somos sus torturadores, sus asesinos, son nuestros esclavos...¿es justo? La guerra contra la tortura animal no debe quedar en los ruedos, deben ir más allá. Es injusto para esos otros animales que cuando se habla de maltrato animal nos refiramos sólo y únicamente a toros, perros, focas... pues ellos tienen desde que nacen una vida de sufrimiento y cautividad.
¿Por que luchamos contra la tortura en las plazas de toros y luego nos vamos de barbacoa y nos comemos unas chuletas de cerdo, cordero, pollo, ternera... son tantos los animales sometidos al maltrato por los humanos sólo por la excusa de la alimentación que esa defensa animal queda en un grano de arena en una playa. Al comer de su carne somos partícipes de su maltrato y esclavitud, de su muerte, al igual que los asistentes a las corridas de toros son partícipes de la tortura y muerte del toro.
Las excusas que los defensores de la torotortura que no entendemos se equiparan a las excusas de los que son participes de la tortura de otros animales, ya sea por experimentos, vestimenta, comida... Es la cadena alimenticia, la cadena de la vida, la cadena del sufrimiento, la cadena de la muerte... Nuestras papilas gustativas ciegan nuestra mentalidad y mientras nos comemos esa sabrosa hamburguesa, esa fina loncha de jamón, usamos el gel que nos deja la piel tan suave, vestimos esa chupa de cuero o esas sandalias tan étnicas, ocultan tras de si una vida de terribles torturas, ocultas tras las paredes de los campos de concentración animal.
No por muy ocultos que estén esos otros ruedos dejan de ser torturas innecesarias e injustas, nadie muere por no comer su carne, ni vestir su piel, ni utilizar esos productos testados en ellos.
Cuando vayas a comer un trozo de su carne piensa que ese animal tuvo vida, una vida de dolor y sufrimiento, una vida de esclavitud, son 5 minutos de placer y una vida entera de dolor.
¿Por que luchamos contra la tortura en las plazas de toros y luego nos vamos de barbacoa y nos comemos unas chuletas de cerdo, cordero, pollo, ternera... son tantos los animales sometidos al maltrato por los humanos sólo por la excusa de la alimentación que esa defensa animal queda en un grano de arena en una playa. Al comer de su carne somos partícipes de su maltrato y esclavitud, de su muerte, al igual que los asistentes a las corridas de toros son partícipes de la tortura y muerte del toro.
Las excusas que los defensores de la torotortura que no entendemos se equiparan a las excusas de los que son participes de la tortura de otros animales, ya sea por experimentos, vestimenta, comida... Es la cadena alimenticia, la cadena de la vida, la cadena del sufrimiento, la cadena de la muerte... Nuestras papilas gustativas ciegan nuestra mentalidad y mientras nos comemos esa sabrosa hamburguesa, esa fina loncha de jamón, usamos el gel que nos deja la piel tan suave, vestimos esa chupa de cuero o esas sandalias tan étnicas, ocultan tras de si una vida de terribles torturas, ocultas tras las paredes de los campos de concentración animal.
No por muy ocultos que estén esos otros ruedos dejan de ser torturas innecesarias e injustas, nadie muere por no comer su carne, ni vestir su piel, ni utilizar esos productos testados en ellos.
Cuando vayas a comer un trozo de su carne piensa que ese animal tuvo vida, una vida de dolor y sufrimiento, una vida de esclavitud, son 5 minutos de placer y una vida entera de dolor.
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